En el taller de un artista inclasificable
Adéntrate en el universo de Richard Rak, un realizador de sueños que muestra al público su gigantesco taller de curiosidades. Le encontrarás en su galería-taller de Saumur o en la sorprendente mansión excavada en la roca La Caillère (Coutures).
Richard Rak crea poesía con objetos cotidianos
“Mira, me acaban de traer una piel de serpiente y un catálogo de 1910 con miles de muestras de tejidos”. Richard Rak es un maestro en el arte de coleccionar objetos heteróclitos. El artista aglomera, fusiona y confunde los objetos para concebir obras lúdicas, a menudo humorísticas y extravagantes, entre el dadaísmo y la fantasía belga. Así ha creado un ejército de pingüinos construido a partir de moldes de calzado y bloques de espuma cubiertos de papel maché. O la auténtica-falsa mochila del campista llena de accesorios y compartimentos. O la colección de asteroides capturados por la noche para realizar un inventario del cielo...
El taller de un artista inclasificable
En la magnífica galería abierta en 2013 en el centro de la ciudad de Saumur, el visitante explora una sucesión de piezas que componen el universo de este indescriptible soñador. “La gente también puede entrar en mi taller, un espacio que amalgama tanto tarros de pigmentos, como una colección de antiguas lámparas de radio TSF, vasijas de farmacia…”. Aquí no hay vernissages porque tampoco hay una periodicidad de exposiciones. Todo se hace en función del humor y la inspiración del artista que abre su galería los miércoles y los sábados por la tarde.
Su caserío excavado en la roca también está abierto al público
Cuando no se halla en la ciudad, nuestro artista se retira a su Manoir de la Caillèren, abierto al público los fines de semana. Se halla anexo a una colina y esconde una red de galerías de arte subterráneas de 400 m2 que albergan las obras del maestro. “Me gusta esta mezcla de luz y sombras de las cuevas y de los pasillos subterráneos, que entra en resonancia con la dualidad de los seres: con lo mejor y con lo peor”. Si crees que alguno de tus objetos puede hacer feliz al artista, estará encantado de adoptarlo. De esta forma también habrás participado en la creación de una feliz fantasía…