Guía foodie secreta de Angers
Un palacete que esconde un restaurante
Le Dix-Septième, 6, rue Claveau
Un salón de té secreto
La Coquetterie, 17, rue Beaurepaire
Un bistró gourmet y discreto
L’Ail des Ours, 8, rue Boisnet
La madriguera de la Tuff’line
Laurent Petit, 4, rue Saint-Aubin
Cruzar el umbral de una pastelería-joyería
Pâtisserie-chocolaterie Damien Vétault, 1, place du Lycée
El escondite de la fouasse
L’Authentic Restaurant, 10, rue Hoche
Una sabrosa dirección muy apreciada por los iniciados
Imprescindible: la fórmula almuerzo a 14,50 €
L’Ardoise, 7, rue de la Tannerie
Una bodega distinta
Le Pifomètre, 64, rue Bressigny
Un «loft culinario» con estrella Michelin en el centro de la ciudad
Un ágape en el que el tiempo se detiene.
Le Favre d’Anne, 21, boulevard du Maréchal Foch
Si hay un sitio donde comer bien, ese es Angers. Hemos buscado aquellos lugares que solo conocen los iniciados o que se mantienen escondidos de las miradas…
Angers es conocida por su placer por la vida y su epicureísmo intrínseco. Esta fue la ciudad de Curnosky, un famoso crítico gastronómico conocido como “príncipe de los gastrónomos”. Las tierras de Anjou la proveen de producto fresco de primera calidad: hortalizas, razas de carne, aves y pescados de río. Las especialidades gastronómicas de la zona también participan en este festival: los rillauds de cerdo, el paté de ciruelas, la fouace, el cremet d’Anjou, el quernon d’ardoise que se riegan con vinos y licores locales.
No sorprende pues que abunden buenos restaurantes en esta ciudad. Para facilitar el trabajo de la selección, hemos peinado la ciudad del Rey René en busca de la mesa con estrella Michelin escondida en un piso burgués, el salón de té secreto, la pastelería excelente de una placita o la fonda bistronómica que solo conocen los iniciados. ¡Buena estancia y, sobre todo, que aproveche!