¡Larga amarras, arría velas y pon rumbo a esta perla del océano, de una belleza feroz y una sorprendente variedad de paisajes. Te sugerimos un programa que te hará vivir un fin de semana idílico !
SÁBADO
9h00 : ¡Embarque hacia la isla!
El cielo acaba de despejarse de su manto nocturno, las típicas nubes blancas y apresuradas invaden el cielo azul. Se percibe una alegre excitación en el barco que desfila hacia este pequeño punto perdido en el océano de la provincia de Vendée. Hay que calcular entre 30 min y una hora para cruzar la distancia que separa Fromentine o Saint-Gilles-Croix-de-Vie de la tierra prometida. Tras unos minutos de navegación, los pasajeros estiran el cuello para otear la costa recortada que se perfila a lo lejos y después los tejados ocres de Port-Joinville…
9h40 : ¡Explorando las callejuelas de Port Joinville!
Por fin tierra firme. Ya estamos en la “capital” de la isla. Aprovecha este principio de la mañana para explorar sus callejuelas, mientras van despertando las casitas blancas con postigos azules. Una buena sorpresa es que la población disfruta de un buen número de talleres artesanos y galerías de arte. Es aconsejable pasar por Pélagie, que presenta principalmente obras de artistas locales. Entre ellos, los animales de papel maché de Janine Bonaymy o los cuadros marineros de Jean Mercier. También es un lugar donde tomar tranquilamente un café y hasta comprar un libro de segunda mano a muy buen precio.
Les Amours de Pélagie, 7, rue Georgette
11h15 : Paseo por el mercado
¿Apetece dar una vuelta por el mercado de Port-Joinville? En medio del torrente de colores y olores que cada mañana invaden los muelles, es obligatorio pasar por el puesto de la pastelería Mousnier para aprovisionarse de tarta isalise. Se trata de una especialidad del lugar con orígenes centenarios a base de ciruelas, ron y canela. Estos productos fueron introducidos por los marineros al regresar de sus viajes. Es el postre típico de las bodas.
12h30 : Almuerzo en la Crêperie Bleue
Con un poco de suerte, igual pillas una mesa en la terracita de esta institución abierta ante el puerto desde hace más de 40 años. La pasta se prepara a mano y se deja reposar 24 horas para que las galettes (las crepes saladas) tengan una ligereza incomparable. Una recomendación especial es la Gégé que mezcla queso misotte de Vendée, cebolla, tocino y patatas con crema de leche, así como la Coup de Foudre a base de queso de cabra, chorizo, pimiento, miel y lechuga.
La Crêperie Bleue, quai de la Mairie, Port-Joinville
14h05 : ¡Vuelta a la isla en bici!
Pues ha llegado el momento de que nos dé el aire (yodado, por supuesto) en una bici alquilada en una de las numerosas tiendas de alquiler para admirar la variedad de paisajes de la isla. Lo ideal es dar la vuelta completa (5 horas aproximadamente) y saber que los ciclistas domingueros pueden alquilar una bici eléctrica. Pues pon rumbo al Oeste, hacia la espectacular costa salvaje. Cruzarás calitas, rocas escarpadas, el Gran Faro y el Viejo Castillo (que inspiró a Hergué y su Isla Negra). Al llegar al Sur puedes pasar un buen rato en el encantador puertecito de la Meule y después subir a la capilla de Notre-Dame-de-Bonne-Nouvelle, con unas vistas espectaculares a la costa batida por el océano. A continuación, regresa por la costa Este y ve siguiendo las extensas playas de arena fina.
17h50 : Escapada en el mar en kayak
Justo antes de terminar el recorrido alrededor de la isla y llegar a Port-Joinville puedes hacer un alto en el Marais Salé (salinas) en Caval Kayak y alquilar un stand-up paddle, un wave-ski, un kayak y hasta una piragua polinesia. Durante una hora podrás llegar desde el mar a calas y grutas. Importante: esta empresa organiza previa reserva salidas-tapas con un alto para comer.
Caval Kayak, 11, chemin des Borderies
19h40 : Cenar en el restaurante de un chef emérito
El restaurante Le 09 es un lugar intimista iluminado por la luz de los candelabros que ofrece una propuesta de alta cocina inclinada a los productos yodados, que consiguen en cuanto llegan los pescadores a puerto. A los fogones se encuentra, Patrick Leray, maestro restaurador con experiencia en establecimientos muy recomendables como el Royal Monceau y Le Procope, de París. La carta ofrece platos como el rape a la sidra, las manzanas caramelizadas y los calabacines salteados o vieras a la crema de vainilla.
Restaurant Le 09, 9, rue Goergette
DOMINGO
10h15 : Safari natural por los parajes de la isla
Île d’Yeu disfruta de una apabullante biodiversidad, que Sandrine Desmaret conoce al dedillo. A lo largo de todo el año, esta amante de la naturaleza conduce a los turistas a observar a pie o en bici las numerosas variedades de aves (cerca de 300) que viven aquí. Entre ellas destaca el fraelecillo, la garza y la bisbita. No se queda atrás la flora autóctona con más de 760 especies: el hinojo marino (que te hará probar para descubrir su sabor a zanahoria) o la siempreviva (que exhala aromas que recuerdan al curry). Ideal para abrir el apetito.
13h : Almuerzo a base de pescado en La Plancha du Pêcheur
Jean-Philippe y Anne-Charlotte se conocieron en Tahití pero decidieron amarrar en esta isla. En la plancha de su coqueto restaurante, preparan a la perfección el pescado fresco recién obtenido en la subasta local: sardinas, caballas, merluza asadas al punto para que se fundan en la boca. Otras recomendaciones serían la rillette de la casa del día, tipo atún y chorizo, así como un fish & chips difícil de olvidar.
La Plancha du Pêcheur, 13, place de la Norvège
14h15 : Salida mágica en velero
Stéphane vive en continuo contacto con el mundo de la navegación. Este skipper de rostro curtido por el viento ha cruzado el Atlántico y ahora guía durante todo el año a turistas a navegar en velero por la isla. Tiene diversas propuestas, desde medio día a día completo, pasando por la vuelta a Yeu y por la salida a la puesta de sol. En el Te Ara, su velero habitable, este apasionado del mar hace pedagogía de las bases de la navegación como llevar el timón, la traslucha o la bordada. ¡A bordo se detiene el tiempo!
Voile Yeu
18h30 : Regreso al continente
Se acaba el fin de semana… Última mirada al pintoresco Port-Joinville antes de ir a la Estación marítima (Gare Maritime) para embarcar. ¡Con la promesa en mente de que volverás!